Los entrenamientos full body son de los ejercicios favoritos de muchas personas. Estos le aportan grandes beneficios al cuerpo gracias a su intensidad, permitiéndonos ganar masa muscular, mejorar nuestra resistencia, y por supuesto, quemar grasa para bajar de peso. Pero, ¿qué pasa si hago full body todos los días? En este artículo encontrarás la respuesta.
Antes de pasar a comentarte sobre los mayores beneficios del entrenamiento full body, quiénes deberían practicarlo, la forma correcta de hacerlo y su frecuencia, hablemos sobre qué es una rutina full body para aquellos que aún no lo saben.
¿Qué es una rutina full body?
Su nombre se ha popularizado en inglés, y en español quiere decir cuerpo completo. Es un tipo de entrenamiento en el que no realizamos ejercicios divididos por grupos musculares, sino que nos enfocamos en trabajar todos los músculos del cuerpo en un solo entrenamiento.
Hay diferentes formas de entrenar. Por un lado, tenemos los entrenamientos en los que trabajamos por grupos musculares en diferentes días de la semana (Weider), también están esas rutinas que son rápidas e intensas (Tabatas), y las rutinas de las que estamos hablando en este artículo: las full body.
Cualquier tipo de entrenamiento traerá grandes mejoras para tu cuerpo, y lo importante es que sepas cómo, cuándo, y con qué frecuencia hacerlo.
Beneficios del entrenamiento a cuerpo completo
Las rutinas full body le proporcionan grandes beneficios a tu cuerpo y te ayudarán a ver cambios rápidos. Entre algunos de sus mayores beneficios están:
– Aumento de la resistencia: este tipo de rutinas le exigen gran esfuerzo a tu cuerpo, y a medida que avanzas en la intensidad del entrenamiento, tu cuerpo irá ganando mucha resistencia. Este tipo de rutinas son ideales para mejorar nuestra anatomía, el equilibrio, y la capacidad de adaptarnos a diferentes situaciones físicas.
– Incremento del gasto calórico: debido a la intensidad de este tipo de entrenamiento en el que ponemos en movimiento todo nuestro cuerpo, el gasto calórico suele aumentar, ayudando así a lograr uno de los principales objetivos de muchas personas que comienzan a entrenar: quemar grasa y bajar de peso.
– Rutinas muy variadas: muchas personas abandonan el gimnasio porque se vuelve monótono para ellos, aún más cuando tienen que dividir sus días entre grupos musculares específicos. El entrenamiento full body goza de gran diversidad, ya que son muchos los ejercicios que puedes realizar para entrenar todo el cuerpo.
– Ahorro de tiempo: esta es una de las mayores ventajas para muchas personas. En muchos casos, no todos tienen tiempo para dedicar hasta dos horas a hacer una rutina por grupos musculares, sumado al tiempo que te toma salir al gimnasio y luego regresar a casa. Las rutinas full body suelen ser mucho más rápidas e intensas, sin tomar en cuenta que puedes hacerlas incluso desde tu casa.
– Mejoramiento físico en general: sin importar cuál es tu objetivo físico, una rutina full body te ayudará a lograrlo. Este tipo de entrenamientos permiten aumentar fuerza, mejorar la resistencia, bajar de peso, y acondicionarte físicamente para cualquier actividad que desees realizar.
¿Quiénes deben entrenar full body y cuándo deben hacerlo?
Quizás como principiante en el ejercicio has llegado a preguntarte: ¿qué pasa si hago full body todos los días? Pues debes saber que, para las personas que apenas se inician en el mundo del entrenamiento, las rutinas full body son ideales.
Entrenar full body en días consecutivos si eres principiante es una excelente forma de acondicionar tu cuerpo para luego enfocarte en alcanzar un objetivo específico, ya sea perder grasa o ganar masa muscular. Este tipo de entrenamiento te será especialmente útil durante las primeras semanas.
En caso de que ya estés en un nivel intermedio o avanzado, una rutina full body es una excelente forma de romper con la homeostasis en la que entra nuestro cuerpo cuando ya se acostumbra a una forma específica de entrenar. Cuando estamos en un nivel más avanzado, las rutinas full body aplicadas durante períodos específicos generan un desbalance en nuestros sistemas energéticos, músculos, sistema cardíaco y respiratorio, los cuales son necesarios para continuar con la evolución física.
¿Entrenas full body en días consecutivos? Cuidado con el estancamiento
Si hay un factor que siempre debemos tomar en cuenta al momento de hacer ejercicio es que nuestro cuerpo se adapta a las condiciones a las que lo sometemos. Por esa razón, el ejercicio siempre debe planearse de forma evolutiva, aumentando con el tiempo en peso e intensidad.
Al igual que ocurre con los ejercicios por grupo musculares, las rutinas full body deben cambiar con el tiempo, o mejor aún, alternarse con otro tipo de sistema de entrenamiento. Si haces full body durante períodos muy prolongados, entonces es posible que te estanques y dejes de ver avances en tu cuerpo.
Entrenamiento a cuerpo completo: debes estar atento a las lesiones
Igual y como ocurre con otro tipo de entrenamientos, si no aplicamos la técnica correcta, o nos excedemos de intensidad y peso, las rutinas full body pueden causar lesiones en nosotros que nos impidan entrenar por un tiempo, y estamos seguros de que esto es algo que quieres evitar a toda costa.
Ante la pregunta principal de: “¿qué pasa si hago full body todos los días”, la respuesta es que podrías llegar a lesionarte o generar demasiado estrés sobre tu cuerpo. Por esa razón, en la mayoría de los casos se recomienda hacer este tipo de entrenamiento tres veces a la semana.
Todo esto tiene que ver también con el tiempo de recuperación que necesita nuestro cuerpo, ya que, si entrenamos todos nuestros músculos a diario, estos no tendrán tiempo suficiente para reponerse, aún cuando la recuperación suele ser más rápida con rutinas full body.
La conclusión con todo este tema, es que sí, las rutinas full body generan un impacto muy positivo en nuestro cuerpo y nos permiten avanzar hacia nuestros objetivos físicos, sin embargo, debemos apegarnos a un plan de entrenamiento hecho por expertos para que no generemos daños en nuestro cuerpo ni nos estanquemos.
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